Tuesday, April 6, 2010

La Resurrección: ¿Historia o Superstición?‏

La creencia más importante del cristianismo es la doctrina de la resurrección de Jesús. Como dijo el apóstol Pablo, si Cristo “no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes” (1 Cor. 15:14, NVI). Y si bien el creer en la resurrección es, a fin de cuentas, una cuestión de fe, el hecho es que sí existe evidencia que testifica de su realidad. Veamos parte de ella.

La tumba vacía

El Nuevo Testamento dice que la tumba en donde Jesús fue colocado terminó estando vacía.

¿Podemos estar seguros de eso?

Bueno, velo de esta forma: Si Jesús aún hubiese estado en su tumba cuando los discípulos comenzaron a predicar, ¿no crees que alguien hubiese dicho: “¡Un momentito, aquí está el cuerpo! ¡Olvídense de esa tontería de la resurrección!”? Pero, por supuesto, eso nunca sucedió.

Algunos dicen que los discípulos se robaron el cuerpo mientras que los guardias que cuidaban la tumba dormían. Pero esto no tiene sentido, porque la tumba estaba siendo vigilada por soldados romanos cuyas vidas dependían del cumplir su trabajo con efectividad. (Para un soldado romano, el quedarse dormido durante una guardia era una falta digna de muerte).

Por otra parte, en el siglo primero las tumbas eran selladas con una roca muy pesada, que no podía ser movida fácilmente—y mucho menos silenciosamente. De manera que aun si los guardias estaban dormidos, los discípulos no hubiesen podido mover la piedra sin despertarlos.

La explosión del cristianismo

Jesús acababa de ser crucificado como un criminal cuando los discípulos comenzaron a predicar su resurrección. Y lo que sucedió después es uno de los eventos realmente más inexplicables de la historia: miles y miles de personas se comenzaron a convertir en seguidores de un “muerto”, y su mensaje comenzó a propagarse de una forma exponencialmente más rápida después de su crucifixión.

Y por cierto que tanto Josefo como otros historiadores de la época testifican directa o indirectamente de todo esto, proveyéndonos prueba conclusa del inexplicable crecimiento del cristianismo, y de la existencia del Jesús histórico.

El testimonio de los discípulos

Los discípulos sufrieron tremendamente por predicar la resurrección. Según la tradición de la Iglesia, Pedro fue crucificado (probablemente de cabeza), y Pablo y Jacobo fueron decapitados (la muerte de Jacobo se nos cuenta en Hechos 12:1-2). Y según algunas tradiciones un poco menos confiables, todos los demás discípulos, con la excepción de Juan, también murieron por predicar el mensaje de la resurrección.

¿Crees que Pedro, Jacobo, y los demás hubiesen muerto por una farsa? Yo pienso que no.

El testimonio de millones a través de la historia

Por último, si Cristo no resucitó, ¿cómo podemos explicar el sinnúmero de vidas que han sido cambiadas a través de la historia a raíz de su creencia en él? Y, ¿cómo explicamos los muchos milagros que han sido reportados (y en muchos casos bien documentados) por gente que oró en el nombre de Jesús?

Uno de estos milagros le ocurrió a Norma Morán, quien vive en la Florida, en los Estados Unidos. En septiembre del año 2002, un cálculo renal le obstruyó la uretra, lo cual causó que su vejiga contaminase su sangre con orine. Los doctores le dieron 21 horas de vida. Pero su familia creía que la oración hecha en el nombre de Jesús tiene poder, por lo que les pidieron a muchos que oraran por ella. Tres semanas después los doctores le estaban dando de alta. Cuando Norma llegó al hospital decían que no tenía esperanza—ahora la llamaban “la paciente milagro”.

¿Puede un Dios muerto hacer estas cosas? ¡Claro que no!

Hay mucho más que podría decir, pero creo que lo anterior es suficiente para mostrar que la creencia en la resurrección de Jesucristo, lejos de ser nacida de superstición e ignorancia, está basada en hechos históricos.

¡Feliz Domingo de Resurrección!

“¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!” (Lucas 24:5-6, NVI).

En el Señor,

Miguel A. Cañete
www.VientosDeAvivamiento.org